¿Eres un emprendedor y necesita aprender más sobre cómo administrar las finanzas de tu empresa? Este artículo es para ti.
Los últimos meses del año son una época en la que muchas empresas experimentan un aumento del gasto debido a las tradiciones navideñas y otros acontecimientos, con lo cual, es fundamental optimizar la gestión financiera de los recursos económicos. Obviamente, ningún negocio puede funcionar sin dinero e inversiones.
Esto significa que la gestión eficaz de las finanzas puede ser difícil durante estos periodos de máxima actividad, especialmente si se intenta no sólo mantener la empresa a flote, pero es fundamental.
¿Qué es la gestión financiera de una empresa?
La gestión financiera, en las empresas, es el conjunto de todas las decisiones y operaciones destinadas a obtener y emplear fondos para la actividad empresarial. Por lo general, cuando realizamos nuestros proyectos de optimización de la gestión financiera empresarial trabajamos en diferentes aspectos, planificando objetivos a corto, medio y largo plazo.
Asimismo, en función de los objetivos que debe alcanzar y del rendimiento que espera obtener, se regularán las inversiones. Esto nos ayuda a llevar la empresa hacia un mejor equilibrio financiero general.
¿Cómo optimizar la gestión financiera en las empresas?
La gestión financiera, como hemos podido entender, es una de las actividades más importantes y, a la vez, complicadas para un emprendedor. A partir de aquí, de hecho, depende toda la empresa, su equilibrio, inversiones, financiaciones.
A continuación hemos destacado algunas de las acciones que se deberían llevar a cabo para poder llevar un control más estable de todas las finanzas de una empresa.
Controlar los gastos
Aunque parezca obvia, es importante destacar que los gastos tienen que ser menores que las entradas.
Lamentablemente, hay que tener cuidado incluso cuando todo va bien y el trabajo aumenta, porque, aunque se suele pensar que esto conlleve más resultados, en realidad también empuja a la subida desproporcionada de los costes.
Esta es, por desgracia, lo que hace deslizarse hacia el abismo a muchos empresarios demasiado involucrados en el aumento de las ventas, sin considerar los otros aspectos financieros.
Establecer presupuestos con anticipación
Para evitar cualquier pérdida debida a la idea errónea de que hay suficientes fondos durante la temporada de fin de año, este método establece límites máximos y define cantidades específicas para cada actividad.
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Generar alertas de sobrecupo
Utiliza las herramientas digitales para sincronizar los datos internos y enviar una advertencia cuando el flujo de efectivo esté en riesgo de incapacidad de pago.
Automatizar gastos e informes
Algunas personas pueden pensar que la tecnología es siempre mala, pero en este caso es realmente una gran idea.
Por ejemplo, tener la información de facturación desglosada por compras e impuestos de forma automática ahorra tiempo a la hora de revisarla manualmente, ya que puedes ir directamente al resumen de tu cuenta en lugar de buscar en todas esas páginas lo que necesita atención antes de la medianoche del 31 de diciembre.
Jerarquizar y priorizar
Es una buena idea hacer un balance de la empresa e identificar qué áreas son más cruciales para no desperdiciar recursos.
Una forma de hacerlo es decidir qué departamentos son los trabajadores, los clientes o los proveedores antes de decidir qué transacciones comerciales deben realizarse; esto ayudará a mantener las relaciones corporativas sin dejar de atender adecuadamente a cada grupo individual.
Llevar un soporte contable riguroso de todos los gastos que tiene una empresa para hacerlos deducibles a la hora de presentarlos en la declaración anual de impuestos, como el ISR o los gastos de viaje por reuniones con clientes durante las vacaciones puede ser de gran ayuda.
«Las ventajas son muchas y uno siempre debe llevar un registro detallado de sus movimientos financieros«, dice el director de ventas de la empresa Rindegastos, Claus Mueller, al recomendar esta práctica sobre todo si uno lleva mucho tiempo en el negocio, ya que puede aportar las pruebas necesarias contra sí mismo más adelante.
Consideraciones finales
Como hemos podido entender a lo largo de este artículo, el comienzo de un nuevo año es siempre un momento de tensión para las empresas. Por desgracia, no todas las empresas son capaces de optimizar sus finanzas durante este periodo y puede ser más difícil de lo esperado cuando se tienen gastos acumulados o incluso saldos negativos de las operaciones de la temporada pasada.
Los esfuerzos deben continuar mucho después del 31 de diciembre, ya que cualquier impacto real se disipará rápidamente sin una atención continua por parte de la dirección en todos los frentes, incluyendo la liquidez (la capacidad/expectativa de que haya suficiente flujo de caja a diario), la solvencia (si las deudas podrían llegar a causar problemas).
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