Dentro del sector empresarial en España, las empresas familiares tienen un peso fundamental, representando una parte significativa de la economía del país. De hecho, éstas han contribuido a lo largo de los años en el desarrollo del mercado español.
Sin embargo, la gestión de una empresa familiar no está libre de desafíos y dificultades. En este artículo, te enseñaremos los beneficios y los problemas reales que conlleva montar y dirigir una empresa familiar, además de trabajar en ella.
¡Quédate con nosotros!
¿Qué significa «empresa familiar»?
Una empresa familiar es una forma particular de empresa individual en la que los familiares del empresario colaboran en el desarrollo de la actividad corporativa. Básicamente, como explicado por el propio término, se trata de una forma de actividad empresarial donde la participación familiar en la actividad económica es su característica fundamental.
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Características
- Las empresas familiares pueden ser de son tipos: SA (Sociedad Anónima), una sociedad mercantil con personalidad jurídica, cuyo capital se divide en acciones, y SRL (Sociedad de Responsabilidad Limitada) – también llamada simplemente SL – una organización de tipo capitalista que define un capital mínimo social de apenas 3.000€;
- En una SRL, los socios, concretamente, transfieren sus acciones a cónyuges, hijos u otros socios; en cambio, en una SA, las acciones pueden ser vendidas a terceras partes externas, aunque se suele actuar por herencia familiar;
- La – o las – familia con más cuotas de acciones se considera el titular de la empresa;
- Este tipo de organizaciones suelen ser dirigidas por miembros de la misma familia o grupo de familias, durante generaciones.
Problemas de la empresa familiar
Uno de los mayores desafíos de las empresas familiares es la sucesión. La transición del liderazgo de una generación a otra puede ser compleja y emocionalmente cargada. La falta de una planificación adecuada puede generar conflictos y divisiones familiares, lo que puede poner en peligro la continuidad de la empresa.
En algunas ocasiones, las empresas familiares pueden enfrentar dificultades para encontrar el equilibrio entre la gestión profesional y la gestión basada en la lealtad familiar. Contratar a profesionales externos puede resultar necesario para aportar conocimientos especializados y objetividad a la empresa, pero esto puede generar tensiones y resistencia por parte de los miembros de la familia.
La mezcla de relaciones personales y negocios puede generar conflictos dentro de la empresa. Las diferencias de opinión, la falta de comunicación efectiva y la falta de claridad en los roles y responsabilidades pueden llevar a disputas familiares que afectan negativamente el funcionamiento de la empresa.
Las empresas familiares pueden enfrentar dificultades para acceder a financiamiento externo, ya que los bancos y los inversores pueden percibir un mayor riesgo debido a la falta de estructuras de gobierno corporativo y la dependencia en las relaciones familiares. Esto puede limitar el crecimiento y la expansión de la empresa.
Beneficios de la empresa familiar
Obviamente, no todo en negativo. De hecho, uno de los principales beneficios de la empresa familiar es la capacidad de perdurar a lo largo de las generaciones. La lealtad y el compromiso de la familia pueden permitir una gestión a largo plazo, lo que facilita la planificación estratégica y la toma de decisiones a largo plazo.
Las empresas familiares a menudo tienen una cultura y unos valores sólidamente establecidos que se transmiten de generación en generación. Esto puede brindar cohesión y un sentido de propósito compartido entre los miembros de la familia y los empleados, lo que fomenta la identidad de la empresa y fortalece su reputación.
Al ser más pequeñas en comparación con las grandes corporaciones, las empresas familiares suelen tener una estructura más ágil y flexible. Esto les permite adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y tomar decisiones con mayor rapidez, lo que puede ser una ventaja competitiva.
¿Cómo se gestiona?
Antes de profundizar, cabe destacar que no existe una solicitud particular sobre el número mínimo de participantes en la empresa. De hecho, se establece sobre las relaciones económicas relevantes entre el empresario y el familiar y por lo tanto no requiere escritura pública ni escritura privada ante notario.
Sin embargo, se recomienda proceder aprovechando la ayuda de esta figura para redactar una «escritura de constitución» para evitar futuros malentendidos. Así se establecen en blanco y negro las cuotas de participación para poder beneficiarse de la disciplina fiscal.
Obviamente, de gran importancia es el papel del titular o dueño, quien es el único que puede decidir a quién admitir y quién no a la empresa, incluso pueden participar menores de edad. Asimismo, el empresario puede decidir poner fin a la relación laboral con el familiar en cualquier momento. El familiar aún puede solicitar su parte de las ganancias y aumentos devengados durante su período en la empresa.
¿Cómo se cierra una empresa familiar?
Por supuesto, el propietario de la empresa tiene derecho a retirarse y dejar de operar. En este caso los familiares participantes deberán obtener la liquidación de su parte y la indemnización de daños y perjuicios si el retiro fuere injustificado.
Sin embargo, si el propietario fallece, se decreta la extinción de la empresa familiar y los bienes pasan por la línea sucesoria. En este caso los familiares que participaron en el mismo tienen derecho de tanteo.
¿Qué es el derecho de tanteo?
El derecho de tanteo consiste en el derecho a ser preferente a otros en la celebración de un contrato. La ley reconoce el derecho de tanteo del partícipe de la empresa familiar en caso de transmisión de la misma.
Consideraciones finales
Por lo dicho hasta ahora, podría parecer que la empresa familiar cobra vida cada vez que se establece una colaboración con un familiar, pero no es así. No debe confundirse la participación en la empresa familiar con la colaboración ocasional de miembros convivientes de la familia. En este último caso, de hecho, la actividad se realiza de forma espontánea para cumplir con deberes familiares, por lo que se basa en el vínculo afectivo.
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