Después de la recuperación de la actividad económica vivida tras la pandemia, ha surgido un fenómeno en el mercado laboral que no se había experimentado con anterioridad. Hay un desajuste entre los puestos de trabajo que demandan las empresas y la poca oferta de perfiles adecuados con las aptitudes necesarias para el puesto de trabajo. Esto dificulta tanto a las empresas para encontrar trabajadores cualificados como a las personas para acceder a un empleo. En este artículo veremos los puestos que las empresas no logran cubrir mediante los resultados ofrecidos por el estudio de “Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo” (SEPE).
Actividades económicas afectadas:
Hay varias actividades económicas que presentan problemas para cubrir los puestos de trabajo vacantes. Entre ellas se encuentra:
- la industria de la alimentación
- actividades de construcción especializada
- transporte terrestre y por tubería
- servicios de comidas y bebidas
- programación
- consultoría y otras actividades relacionadas con la informática
- actividades sanitarias y asistencia en establecimientos residenciales
- agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas.
Las profesiones afectadas:
Dentro de estas actividades económicas, se identificó una amplia gama de profesiones que experimentan dificultades en la cobertura de puestos de trabajo. Estas ocupaciones van desde médicos, enfermeros y fisioterapeutas, hasta técnicos en redes, fontaneros, electricistas, panaderos y pasteleros, conductores de camión, peones ganaderos o albañiles. La falta de profesionales capacitados en estas áreas contribuye al desajuste entre oferta y demanda laboral.
Causas del desajuste:
Según los expertos consultados por el SEPE, las condiciones laborales son una de las causas principales que dificultan la cobertura de estos puestos de trabajo. El informe destaca que bajos salarios en algunos casos y horarios poco atractivos, como jornadas por turnos rotativos, disponibilidad horaria incluyendo fines de semana, son condiciones que desincentivan a los posibles candidatos.
Estas condiciones laborales poco favorables hacen que las empresas tengan dificultades para atraer y retener a empleados cualificados.
Otra razón importante que contribuye al desajuste es la carencia de competencias técnicas en muchas de estas ocupaciones, especialmente en aquellas que requieren una titulación de Formación Profesional de grado medio o superior.
Existe un número insuficiente de titulados en estas especialidades, lo que limita la disponibilidad de candidatos cualificados para llenar estos puestos de trabajo.
El desajuste entre la oferta y la demanda laboral sigue siendo un desafío en el mercado laboral español, a pesar de que el país tiene una de las tasas de vacantes más bajas de Europa. Todavía se debe seguir trabajando para que los puestos que las empresas no logran cubrir no sea un problema.