La Propuesta de valor de empleados (PVE) es una herramienta basada en la valoración de un trabajador como ser humano. Es decir, la percepción del valor de un empleado en el mercado laboral. Todo lo que concierne a la PVE se coloca alrededor de la comunicación: la clave es comunicar los beneficios de formar parte de una empresa como empleado.

En otras palabras, es una presentación útil para que el puesto de trabajo se vuelva más atractivo y llame la atención de grandes talentos, puesto que conlleva una valoración del propio empleado. Además, la manera más eficaz para que una empresa destaque entre muchos competidores.

Básicamente, la PVE es lo que hace atractiva una empresa; es su presentación frente a la competencia y al entero mundo laboral. Forma parte de las estrategias de Employer Branding, aquel conjunto de medidas de comunicación que son la tarjeta de visita de una empresa. La Propuesta de valor de empleados representa el porqué un talento, un cliente u otras compañías deberían elegir tu empresa en lugar de otra.

Cómo estructurar una PVE

Por supuesto, para que una PVE sea efectiva, lo primero es que tenga una buena estructura ordenada.

Establecer tu ventaja competitiva

Antes de todo, para que tu empresa destaque en el mundo laboral, es importante identificar cuál es tu caballo de batalla. Este procedimiento se lleva a cabo investigando la opinión de los empleados y el porqué se quedan en tu empresa.

Entre las estrategias para que tengas una plantilla de los puntos fuertes, así como de las faltas, de tu empresa, a continuación te recomendamos unos tips.

Enumerar los beneficios

Entre más beneficios ofrezcas, mayor es el valor que los empleados dan a tu empresa. Evidentemente, un salario competitivo es lo que más atrae, pero no es lo único.

Estrategias para estructurar una buena y eficaz PVE

Veracidad de la PVE

Es importante que las ventajas y los beneficios comunicados por la empresa se puedan comprobar. Es decir: no hace falta construir minuciosamente una buena presentación si no está comprobada por los propios empleados, porque el éxito será opuesto.

Comunicación eficaz

Uno de los puntos clave para que tu empresa sea más atractiva que otras es contar con una comunicación eficiente. Básicamente, evitar malentendidos entre jefes y empleados o entre departamentos, contar con un buen plan de liderazgo y con excelentes estrategias para solventar los problemas son los elementos principales para que se pueda construir una imagen positiva de la organización.

Ventajas

Ahora bien, tras analizar cuáles estrategias sería mejor emplear, te vamos proporcionando las ventajas de tener una buena PVE, tanto para clientes, como para candidatos, además de los beneficios para la propia compañía.

Las ventajas de tener una buena PVE no se refieren solamente a las propias empresas, sino que a los empleados efectivos o potenciales. De hecho, como en cualquier Employer Branding, una PVE bien organizada atrae, por su cuenta, talentos que buscan puestos de trabajo. Es decir, muchas veces no hace falta que la compañía se esfuerce en la búsqueda de candidatos ideales, puesto que una percepción positiva de la marca empresarial en el mercado laboral conlleva que los empleados mismos se acerquen.

Resumen

La PVE no solo es una presentación de la empresa desde el punto de vista del tipo de trabajo, sin que abarca elementos tanto concretos como abstractos. De hecho, es un listado de características relativas a la cultura y filosofía, actitudes, beneficios, remuneraciones, planes, oportunidades de crecimiento, ventajas, etc. Es, básicamente, la herramienta persuasiva para no solo atraer talentos, sino retener clientes, colaborar con otras empresas y hacerse conocer en el mundo laboral.

Una buena PVE resulta fundamental para atraer talentos. Es importante entender que la buena imagen de una empresa es tu tarjeta de visita.

Sin embargo, cabe destacar que las medidas de comunicación y los beneficios ofrecidos se tienen que cuidar a lo largo del tiempo. Es importante, por ende, que entiendas que dichas estrategias no son universales, sino que se tienen que adaptar y ajustar a las necesidades de la empresa, a las figuras profesionales que buscan y la evolución de la propia compañía.

En otras palabras: generar un PVE no puede ser el único esfuerzo para captar talentos, sino que requiere desarrollo y modificaciones, análisis y mejoras continuas, basadas, sobre todo, en la percepción directa de los empleados.