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¿Cuánto encarece el aire acondicionado cada grado menos en la oficina? – Lo que las empresas deberían tener en cuenta

Con la llegada del calor, mantener un ambiente cómodo en la oficina se vuelve esencial. Pero lo que muchos no consideran es que cada grado que se baja el aire acondicionado puede aumentar la factura eléctrica hasta un 11 %.

En un contexto de subida de tarifas y eliminación de ayudas fiscales a la energía, este detalle se convierte en un punto clave para cualquier empresa que quiera reducir costes sin afectar el bienestar de su equipo.

Lo que las empresas deberían tener en cuenta este verano

Con la subida de temperaturas, mantener el confort en la oficina sin disparar la factura eléctrica es todo un reto. Las decisiones sobre climatización, uso eficiente de la energía y control de consumo serán clave para equilibrar bienestar y ahorro en estos meses.

  • La climatización representa el 40 % del consumo energético total

  • El aire acondicionado funciona muchas veces sin control de ocupación real

  • Muchas empresas aún no automatizan ni monitorizan el uso energético

  • Se usan amplios espacios, con alta carga térmica (ordenadores, iluminación, personas)

¿Por qué es especialmente crítico en oficinas?

El aire acondicionado es un elemento fundamental en las oficinas durante el verano, ya que ayuda a mantener un ambiente cómodo y productivo para los empleados. Sin embargo, su uso intensivo puede representar un gasto energético muy alto, lo que impacta directamente en el presupuesto de la empresa. Por eso, es importante entender por qué es un aspecto crítico y cómo podemos gestionarlo mejor.

Puntos clave:

  • Consumo elevado en verano: durante los meses más calurosos, el aire acondicionado suele estar encendido muchas horas al día, aumentando considerablemente el consumo eléctrico. Esto puede representar hasta un 40% o más de la factura total de electricidad en una oficina.

  • Costos económicos: por ejemplo, si una oficina tiene varios equipos de aire acondicionado funcionando 8 horas al día, el gasto mensual en electricidad solo por estos puede superar los 150 o 250 €, dependiendo del tamaño de los equipos y la tarifa eléctrica local. Sin un control adecuado, este gasto puede incrementarse aún más.

  • Impacto en la productividad: un ambiente demasiado caluroso afecta la concentración y el rendimiento de los empleados, pero también el uso excesivo del aire acondicionado puede causar incomodidad o problemas de salud si no se regula bien la temperatura.

En resumen, el aire acondicionado es crítico porque genera un gran gasto energético y económico en verano, pero también es indispensable para mantener un buen ambiente laboral. Por eso, controlar su uso de manera eficiente es clave para ahorrar dinero y cuidar el bienestar de todos en la oficina.

¿Cuánto encarece el aire acondicionado cada grado menos en la oficina? 

Colocar la temperatura del aire acondicionado inferior a 24 grados: un error que aumenta su consumo energético

Reducir la temperatura del aire acondicionado en la oficina en un solo grado puede aumentar la factura eléctrica hasta en un 11%. Por ejemplo, si una oficina normalmente paga alrededor de 200 euros al mes en electricidad por el uso del aire acondicionado, bajar la temperatura un grado podría elevar ese gasto en unos 22 euros adicionales al mes.

Si la diferencia es de dos o tres grados, el incremento en la factura puede superar los 40 o incluso 60 euros, dependiendo del tamaño de la oficina y la tarifa eléctrica. Por eso, ajustar la temperatura de forma moderada puede significar un ahorro significativo sin sacrificar el confort.

Grados menosIncremento aproximado (%)Aumento en euros (€)Nueva factura (€)
111%22222
222%44244
333%66266
444%88288
555%110310

Estos valores son aproximados y pueden variar según la eficiencia del equipo, la tarifa eléctrica y las condiciones específicas de la oficina.

Impacto estacional del aire acondicionado en el consumo energético de oficinas

En invierno, el consumo total de energía en la oficina es menor, ya que el aire acondicionado casi no se utiliza y representa solo un 15% del consumo energético total. Sin embargo, durante el verano, el consumo energético aumenta considerablemente, en gran parte debido al uso intensivo del aire acondicionado, que puede llegar a representar hasta un 25% del gasto total de energía, lo que genera un incremento significativo en la factura eléctrica.

TemporadaConsumo total energía (kWh/mes)Consumo aire acondicionado (kWh/mes)Costo total energía (€ / mes)Costo aire acondicionado (€ / mes)Porcentaje del aire acondicionado en la factura
Invierno1,000 kWh150 kWh150 €22,50 €15%
Verano1,800 kWh450 kWh270 €67,50 €25%

El uso del aire acondicionado en oficinas tiene un impacto significativo en el consumo energético total, especialmente durante el verano. Mientras que en invierno su influencia es relativamente baja, en verano puede llegar a representar una cuarta parte del gasto energético, lo que genera un aumento considerable en la factura eléctrica.

Por ello, es fundamental implementar estrategias de eficiencia energética y sistemas de control para optimizar su uso y reducir costos.

Tips y recomendaciones para ahorrar en aire acondicionado y energía en oficinas

Como todo el mundo sabe, el aire acondicionado se convierte en el mejor aliado para trabajar con comodidad, pero también puede ser el responsable directo de que la factura de luz se dispare. La buena noticia es que mantener un ambiente agradable y controlar el gasto no son objetivos opuestos. Con pequeños ajustes y hábitos conscientes, es posible optimizar el uso del aire acondicionado sin renunciar al confort.

El aire acondicionado es uno de los principales responsables del consumo energético en las oficinas, especialmente durante los meses de verano. Sin embargo, no solo su uso eficiente puede generar ahorros importantes, sino que combinarlo con buenas prácticas en toda la oficina permite reducir significativamente la factura eléctrica total.

Desde ajustar la temperatura a 25 °C, hasta apagar el sistema en zonas desocupadas, limpiar filtros con frecuencia o aprovechar las horas más frescas del día para ventilar, hay varias estrategias simples que marcan la diferencia. Adoptar estos hábitos no solo disminuye el gasto en aire acondicionado, sino que también contribuye a un ahorro energético general que beneficia tanto al presupuesto como al medio ambiente.

Fija una temperatura eficiente: mantener el aire entre 25 y 26 °C es suficiente para estar cómodos y evitar un gasto excesivo

Fijar una temperatura eficiente en el aire acondicionado es clave para equilibrar confort y consumo energético. Mantener la oficina entre 25 y 26 °C suele ser suficiente para que los empleados se sientan cómodos sin generar un gasto energético excesivo. Cada grado que se reduce por debajo de este rango puede incrementar el consumo de energía de manera significativa, hasta en un 6-8% más por grado.

Esto se traduce en un aumento considerable en la factura eléctrica mensual, especialmente durante los meses de verano cuando el aire acondicionado funciona de manera intensiva. Por lo tanto, bajar la temperatura solo un grado puede implicar un gasto adicional considerable, y muchas veces el confort que se gana no justifica ese costo extra.

Ajustar el termostato a una temperatura eficiente es una de las formas más simples y efectivas de optimizar el consumo energético sin sacrificar el bienestar en el lugar de trabajo.

¿Cuánto cuesta realmente bajar un grado?

Aunque parezca un pequeño ajuste, reducir solo un grado en el termostato del aire acondicionado puede aumentar el consumo energético entre un 8 % y un 11 %, según diversas fuentes especializadas en eficiencia energética. En oficinas, donde los sistemas de climatización funcionan durante largas jornadas y en grandes espacios, esta diferencia se traduce rápidamente en decenas o incluso cientos de euros adicionales al mes.

Por ejemplo, en una oficina con una factura mensual de 1.000 €, bajar el aire de 26 °C a 23 °C puede suponer un incremento de más del 30 % en el coste energético. Y si además el sistema no está bien mantenido o hay fugas térmicas (como ventanas abiertas o puertas sin aislamiento), el gasto se multiplica aún más.

En resumen, cada grado menos de frío tiene un coste real y significativo, no solo en términos económicos, sino también en sostenibilidad. A veces, buscar un confort extremo termina siendo una decisión muy costosa para la empresa.


Ventila estratégicamente: abre ventanas solo a primera hora o al anochecer para no competir con el aire acondicionado

Ventilar estratégicamente una oficina es fundamental para mantener un ambiente saludable sin comprometer la eficiencia del aire acondicionado. Abrir las ventanas únicamente a primera hora de la mañana o al anochecer permite renovar el aire interior cuando las temperaturas exteriores son más frescas, lo que ayuda a refrescar el espacio de forma natural sin necesidad de usar el aire acondicionado en exceso.

Abrir ventanas durante las horas de mayor calor puede provocar que el aire acondicionado compita con el aire caliente exterior, forzando al sistema a trabajar más para mantener la temperatura deseada. Esto no solo incrementa el consumo energético, sino que también reduce la vida útil del equipo debido al esfuerzo adicional. Por eso, elegir los momentos adecuados para ventilar es clave para optimizar el uso del sistema de climatización.

Además, la ventilación estratégica mejora la calidad del aire interior, reduciendo la concentración de contaminantes y favoreciendo un ambiente más saludable para los trabajadores. Así, al combinar una ventilación inteligente con un uso eficiente del aire acondicionado, se logra un balance entre confort, ahorro energético y bienestar en la oficina.


Apaga en zonas sin uso: salas de reuniones vacías o despachos sin personal no necesitan climatización constante

Apagar el aire acondicionado en las zonas de la oficina que no están en uso es una medida sencilla pero muy efectiva para reducir el consumo energético. Salas de reuniones vacías, despachos sin personal o áreas comunes desocupadas no requieren climatización constante, por lo que mantener los sistemas apagados en esos espacios evita un gasto innecesario de energía.

Esta práctica no solo ayuda a disminuir la factura eléctrica, sino que también contribuye a prolongar la vida útil del equipo de aire acondicionado al evitar un funcionamiento excesivo. Además, permite que la climatización se enfoque únicamente en los espacios realmente ocupados, mejorando la eficiencia y el confort para quienes sí están trabajando.

Para facilitar esta gestión, es recomendable implementar controles zonales o sistemas automatizados que detecten la ocupación y regulen el aire acondicionado en consecuencia. De esta forma, se garantiza un uso responsable de la energía, alineado con las buenas prácticas de sostenibilidad y ahorro en la oficina.


Controla tu consumo directamente desde las apps y maneja tus gastos con total libertad

Controlar el consumo energético desde aplicaciones móviles es una herramienta cada vez más accesible y útil para gestionar el gasto en aire acondicionado y otros equipos eléctricos en la oficina. Estas apps permiten monitorear en tiempo real cuánto se está consumiendo, identificar picos de uso y ajustar el funcionamiento del sistema para optimizar la eficiencia.

Al manejar tus gastos con total libertad desde estas plataformas, es posible tomar decisiones informadas y reaccionar rápidamente ante cualquier consumo excesivo o mal uso del aire acondicionado. Esto facilita la implementación de estrategias de ahorro personalizadas y ayuda a evitar sorpresas en la factura eléctrica.

Además, muchas aplicaciones incluyen funciones para programar horarios de encendido y apagado, establecer límites de consumo y recibir alertas, lo que simplifica la gestión energética y contribuye a un uso más responsable y eficiente del aire acondicionado.

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Haz mantenimiento regular: limpia los filtros cada 4 semanas para mantener el equipo eficiente

Hacer un mantenimiento regular del aire acondicionado es fundamental para asegurar su eficiencia y prolongar su vida útil. Una de las tareas más importantes dentro de este mantenimiento es la limpieza de los filtros, que debería realizarse idealmente cada 4 semanas. Los filtros sucios dificultan el flujo de aire, lo que obliga al equipo a trabajar más para mantener la temperatura deseada, aumentando el consumo energético y el desgaste del sistema.

Además, los filtros limpios mejoran la calidad del aire interior, reduciendo la presencia de polvo, alérgenos y contaminantes que pueden afectar la salud y el bienestar de las personas que trabajan en la oficina. Por lo tanto, limpiar los filtros no solo contribuye al ahorro de energía, sino que también favorece un ambiente más saludable y confortable.

Implementar un calendario de mantenimiento y limpieza de filtros es una medida sencilla que puede generar ahorros significativos en la factura de electricidad y evitar costosas reparaciones a largo plazo. Así, se garantiza un funcionamiento óptimo del aire acondicionado, con menor consumo y mayor rendimiento.


Cierra puertas y ventanas mientras el aire está encendido: evitarás fugas y pérdidas de frío innecesarias

Cerrar puertas y ventanas mientras el aire acondicionado está encendido es una práctica esencial para evitar fugas de aire frío y pérdidas innecesarias de energía. Cuando las puertas o ventanas permanecen abiertas, el sistema debe trabajar más para compensar el aire que se escapa, lo que incrementa el consumo eléctrico y reduce la eficiencia del equipo.

Además, mantener cerrados estos accesos ayuda a conservar una temperatura estable dentro de la oficina, proporcionando mayor confort a los trabajadores sin la necesidad de un esfuerzo adicional por parte del aire acondicionado. Esto también contribuye a prolongar la vida útil del sistema, ya que reduce su desgaste por ciclos de funcionamiento más largos.

Por último, adoptar este hábito es una forma sencilla y económica de mejorar el rendimiento energético de la oficina, impactando positivamente en la factura eléctrica y en la sostenibilidad del espacio laboral.


Informa al equipo: crear buenos hábitos entre los empleados marca la diferencia en la factura final

Informar y sensibilizar al equipo sobre la importancia de un uso eficiente del aire acondicionado es clave para lograr un ahorro real en el consumo energético. Cuando los empleados entienden cómo sus acciones diarias, como ajustar adecuadamente la temperatura o apagar el sistema en zonas vacías, impactan directamente en la factura de luz, se fomenta una cultura de responsabilidad y ahorro dentro de la oficina.

Crear buenos hábitos entre el personal no solo mejora la eficiencia energética, sino que también contribuye a un ambiente laboral más consciente y sostenible. Involucrar a todos en el cuidado del sistema de climatización puede multiplicar los resultados positivos, ya que cada pequeño gesto cuenta y suma al objetivo común de reducir costos y proteger el medio ambiente.

Por eso, es recomendable realizar campañas internas, charlas informativas o colocar recordatorios visibles que refuercen estos mensajes. De esta manera, se consigue un equipo comprometido que entiende que su colaboración es fundamental para marcar la diferencia en la factura final y en la huella energética de la oficina.


Conclusión

El uso del aire acondicionado en las oficinas durante el verano es esencial para mantener un ambiente de trabajo cómodo y productivo. Sin embargo, su uso intensivo puede generar un aumento significativo en el consumo energético y, por ende, en los costos operativos. Cada grado que se reduce en la temperatura del aire acondicionado puede incrementar el consumo de electricidad en aproximadamente un 8%, lo que se traduce en un aumento proporcional en la factura energética de la empresa. Por ejemplo, si una oficina paga habitualmente 200 € al mes en electricidad, bajar la temperatura un grado podría incrementar ese gasto en unos 16 € adicionales al mes.

La implementación de estrategias de eficiencia energética, como la programación de horarios de funcionamiento, el uso de persianas o cortinas para bloquear la radiación solar directa y la optimización del aislamiento térmico de las instalaciones, puede contribuir significativamente a reducir el consumo energético. Estas medidas no solo ayudan a disminuir los costos operativos, sino que también promueven un entorno laboral más sostenible y saludable.

En resumen, aunque el aire acondicionado es indispensable para el confort en las oficinas durante el verano, su uso debe ser gestionado de manera eficiente para evitar incrementos innecesarios en el consumo energético y los costos asociados. La adopción de prácticas de eficiencia energética y el mantenimiento adecuado de los equipos son fundamentales para lograr un equilibrio entre confort, ahorro y sostenibilidad en el entorno laboral.

Lee también: Mitos y verdades sobre el consumo eléctrico – Deja de pagar de más

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