¿Sabías que la productividad y el rendimiento laboral dependen de nuestro ciclo del sueño? 

De hecho, la productividad puede ser bastante compleja, especialmente cuando intentas averiguar cuáles son tus horas de trabajo más productivas y cuánto influye el horario del sueño en el rendimiento de tu trabajo. De hecho, ciclo del sueño y productividad son dos conceptos que van de la mano.

Nuestro ciclo del sueño influye tanto en nuestra actitudes como en nuestro rendimiento y productividad laboral

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En un artículo precedente hablamos de cómo promover un entorno laboral productivo, averiguando que, entre muchos elementos a tener en cuenta, un papel fundamental lo desempeña la motivación de los empleados, con lo cual, surge preguntarnos: ¿en qué momento los empleados se sienten más motivados?

Horarios y ciclo del sueño

Los estudios demuestran que nuestro horario de sueño tiene una gran influencia en las nuestras actitudes y productividad. De hecho, la mayoría de las personas son más productivas a primera hora de la mañana porque, durante las primeras dos o tres horas después de despertarse, la mente aún está despejada y centrada en la realización de tareas.

De hecho, el cuerpo humano funciona mediante procesos cíclicos. Uno de ellos, que puede considerarse la unidad básica, es el ciclo circadiano, que se caracteriza por una duración de 24 horas. Este ciclo determina una cierta regularidad entre el momento del sueño y el de la vigilia, y establece picos y caídas de actividad, todos los días, más o menos a la misma hora.

¿Cómo averiguar qué ciclo del sueño tenemos?

Los horarios del sueño pueden variar de persona a persona, pero mantienen la misma lógica. Un día circadiano se compone de bloques de 90 minutos, en los que tienes una mayor capacidad de concentración. Se puede decir, por tanto, que son bloques en los que se alcanza la máxima productividad.

Estos bloqueos se conocen como “ritmos ultradianos” y coinciden con los momentos en los que el cerebro tiene más energía. Al final de cada uno de estos bloques hay un momento de decadencia en el que nuestro nivel de productividad disminuye. Marcan el momento en el que el cerebro necesita un periodo de inactividad.

A raíz de lo que acabamos de decir respecto al ciclo del sueño, todo depende del tipo de actitud que tengamos: algunas personas son más alondras y otras se definen búhos porque suelen ser más activas a lo largo del día.

En otras palabras:

¿Cómo ser más productivos según nuestro ciclo del sueño?

Los estudios demuestran que los horarios de sueño tienen una gran influencia en las actitudes y productividad de las personas. De hecho, la mayoría de las personas son más productivas a primera hora de la mañana porque durante las primeras dos o tres horas después de despertarse, la mente aún está despejada y centrada en la realización de tareas.

Ahora bien, como hemos entendido, todos tenemos diferentes hábitos y preferencias de trabajo, pero si queremos tener un día productivo en el trabajo, es importante tener cuenta nuestro ciclo del sueño. Por ejemplo, a un búho le conviene dormir hasta tarde, mientras que otros se levantan temprano todas las mañanas.

Por lo dicho, lo ideal para todos sería poder sincronizar sus ritmos ultradianos con aquellas actividades más complejas o que requieran mayor concentración. Asimismo, hacer coincidir las bajadas o momentos menos productivos con aquellas tareas más rutinarias o que requieran menos esfuerzo intelectual.

En realidad, no hay una manera “correcta” de considerar este asunto, porque cada persona hace las cosas de manera diferente, pero una política de horarios flexible nos facilitaría la vida.

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Conclusiones

Claramente, no podemos hacer generalizaciones respecto a los horarios más productivos para trabajar, puesto que los momentos que son más productivos para algunas personas pueden no serlo para otras. Sin embargo, existen patrones más o menos comunes a todos los seres humanos, aunque lo cierto es que estos patrones también toman forma a través de la educación y los hábitos.

Es importante, por lo tanto, tener en cuenta el factor tiempo para poder trabajar de forma más inteligente, es decir, de forma que podamos hacer más, invirtiendo menos tiempo y esfuerzo. Una persona puede llegar a ser muy productiva si tiene el incentivo adecuado para serlo. Es posible que tener una hora menos de trabajo al día no te atraiga, pero un día libre extra a la semana sí.

Actualmente, la mayoría de los estados y convenciones están avanzando hacia la reducción de las horas de trabajo, tratando de que esta medida sea un impulso a la productividad. Por otro lado, muchas empresas ya trabajan por objetivos más que por tiempo. Por tanto, el trabajador puede marcharse en el momento en que haya completado su lista de objetivos. El debate se abre con una idea clara de fondo: trabajar demasiado, sin parar, no es buena idea para nadie.