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Seguro de ciberseguridad para empresas

En un mundo cada vez más interconectado, los ciberataques y la piratería informática se han convertido en amenazas omnipresentes que afectan a empresas, gobiernos y usuarios individuales por igual y cualquier empresario sabe que, para salvaguardar a su empresa de las amenazas digitales, necesita fortalecer su sistema de ciberseguridad, adoptando seguros y herramientas innovadoras de protección.

La piratería informática es el principal riesgo que una empresa posiblemente sufra a la hora de digitalizarse. Lamentablemente, dichos peligros parecen inevitables, puesto que estamos viviendo la 4ª Revolución Industrial y ninguna actividad empresarial puede echarse atrás frente al uso de la tecnología.

Concretamente, a medida que las empresas adoptan más tecnologías digitales, la ciberseguridad se convierte en una preocupación crítica. La protección de datos y la prevención de ciberataques son esenciales para mantener la confianza de los clientes y proteger la reputación de la empresa.

Ciberataques y piratería informática

En consecuencia al desarrollo de la Inteligencia Artificial e del teletrabajo, así como de las crisis geopolíticas en el mundo, las amenazas que las empresas sufren a nivel digital están aumentando exponencialmente cada día.

Con el avance de la tecnología, los ciberdelincuentes han encontrado nuevas formas de infiltrarse en sistemas, robar datos confidenciales, secuestrar información valiosa y causar daños financieros y de imagen significativos. Desde el ransomware hasta el phishing y el robo de identidad, las tácticas utilizadas por los atacantes son cada vez más sofisticadas, lo que pone en peligro tanto a grandes corporaciones como a pequeñas empresas y personas.

La piratería informática no solo está impulsada por motivos financieros, sino también por razones políticas, ideológicas o incluso por simple desafío. Los efectos de un ciberataque pueden ser devastadores, desde la pérdida de datos sensibles hasta interrupciones masivas en la operación de un negocio. En este contexto, contar con medidas preventivas como un seguro de ciberseguridad se ha vuelto esencial para mitigar los riesgos y proteger activos críticos. En este artículo, exploraremos cómo los ciberataques han evolucionado, las implicaciones de la piratería informática y cómo las empresas pueden blindarse contra estos peligros.

Tipos de riesgos

Los tipos de ciberataques se hacen cada vez más complejos y refinados, yendo a la par con el desarrollo tecnológico. Las consecuencias de los siniestros pueden ser: robo de información privada de la propia empresa; bloque del acceso a los dispositivos y, por ende, paro de las actividades; espionaje.

Entre los principales tipos de riesgos se encuentran el malware, ransomware, virus, gusanos y troyanos, cada uno con características específicas pero igualmente peligrosos.

El malware es un término general que engloba cualquier software diseñado para dañar o comprometer el funcionamiento de una red o dispositivo. Dentro de este, el ransomware se destaca por su capacidad de cifrar archivos y exigir un rescate para liberarlos. Por otro lado, los virus y gusanos son tipos de software malicioso que se propagan rápidamente a través de redes, infectando múltiples dispositivos en poco tiempo. Los troyanos, por su parte, se disfrazan de programas legítimos, engañando a los usuarios para que los instalen y, una vez dentro del sistema, permiten a los atacantes tomar control de los mismos.

Estos riesgos son cada vez más sofisticados, lo que hace que las empresas y usuarios deban estar constantemente alertas y contar con medidas de protección adecuadas para evitar ser víctimas de ciberataques. A lo largo de este artículo, exploraremos cómo cada uno de estos riesgos funciona, las consecuencias que pueden acarrear y cómo prevenirlos eficazmente.

Ciberataques y ciberseguridad

Cabe destacar que los ataques son dependientes entre ellos y pueden generar cadenas de otras agresiones.

¿Por qué es importante contratar un seguro de ciberseguridad?

En España existen numerosas leyes que regulan la ciberseguridad y, según el Código de Derecho de la Ciberseguridad, están incluidas en las normativas de seguridad nacional.

Sin embargo, a pesar de que exista un mecanismo para garantizar el funcionamiento de un sistema de seguridad a nivel digital, muchos ciberataques a grandes empresas e, incluso, administraciones públicas, han evidenciado que nadie está completamente protegido.

Lamentablemente, los ciberataques pueden causar daños devastadores, desde la pérdida de datos valiosos y la interrupción de operaciones hasta la afectación de la reputación de la empresa y la confianza de sus clientes. Con el aumento de riesgos como el ransomware, los malware y las filtraciones de datos, los costos financieros de una brecha de seguridad pueden ser astronómicos, y las consecuencias legales o regulatorias, significativas.

Un seguro de ciberseguridad no solo cubre los costos directos de un ataque, como la recuperación de datos y las reparaciones del sistema, sino que también puede incluir la gestión de crisis, la notificación a clientes afectados y las posibles multas regulatorias. Además, contar con un seguro especializado ayuda a mitigar el impacto a largo plazo de un incidente cibernético, proporcionando la asistencia necesaria para manejar los daños y reducir las vulnerabilidades en el futuro. En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, este tipo de seguro es una inversión clave para proteger a las empresas de los riesgos que representan los ciberataques.

¿Cómo funciona un seguro de ciberseguridad?

Los seguros de ciberseguridad básicos se refieren a indemnizaciones por responsabilidad civil, asistencia legal y asistencia técnica. Incluso, algunas pólizas más completas prevén también una indemnización por la interrupción de las actividades empresariales durante la recuperación de los sistemas informáticos dañados, hasta la sustitución de los equipos técnicos afectados por los ciberataques.

Entre todas, probablemente la asistencia técnica y legal sea la más importante, ya que la rapidez en solucionar el problema es fundamental para no sufrir perdidas y daños irreparables.

Un seguro de ciberseguridad debería ser un paso obligatorio para cualquier empresa.

1. Cobertura ante diferentes tipos de riesgos

El seguro de ciberseguridad cubre una amplia gama de incidentes, como el robo de datos, el ransomware, el phishing, los ataques DDoS, y la interrupción de servicios. Dependiendo de la póliza, la cobertura puede incluir desde la pérdida de información confidencial hasta la interrupción de las operaciones comerciales debido a un ataque cibernético.

2. Costos cubiertos

Cuando ocurre un incidente cibernético, el seguro de ciberseguridad puede cubrir varios costos, entre ellos:

  • Recuperación de datos: la restauración de sistemas y datos comprometidos.

  • Notificación a clientes: los gastos relacionados con la notificación a clientes afectados por la brecha de datos.

  • Gastos legales: los honorarios legales relacionados con la defensa ante demandas o cumplimiento de normativas de protección de datos.

  • Ransomware: en caso de un ataque de ransomware, el seguro puede cubrir el pago del rescate o los costos asociados con la restauración de sistemas.

  • Multas regulatorias: en caso de que la empresa incumpla las normativas de seguridad y protección de datos, algunas pólizas cubren las multas impuestas por entidades regulatorias.

3. Evaluación de riesgos

Al contratar un seguro de ciberseguridad, las empresas deben someterse a una evaluación de riesgos en la que se analizan sus sistemas de seguridad, políticas internas y la exposición a ciberamenazas. Con base en esta evaluación, el asegurador determina el costo de la prima, así como las condiciones y exclusiones de la póliza.

4. Soporte ante la crisis

Una de las características más valiosas del seguro de ciberseguridad es que no solo cubre los gastos económicos derivados del ataque, sino que también proporciona soporte especializado. Esto puede incluir la asistencia de expertos en ciberseguridad para contener el ataque, investigar las causas y minimizar el daño. Algunas pólizas también ofrecen servicios de gestión de crisis y comunicación para manejar la relación con los clientes y las autoridades.

5. Franquicia o deducible

Al igual que otros seguros, los seguros de ciberseguridad suelen tener una franquicia o deducible que la empresa debe cubrir antes de que la aseguradora asuma el costo total del incidente. Este monto varía dependiendo de la póliza y las condiciones acordadas con la aseguradora.

Conclusiones

En un mundo cada vez más digitalizado, donde las amenazas cibernéticas se vuelven más sofisticadas y frecuentes, contratar un seguro de ciberseguridad se ha convertido en una necesidad imperiosa para las empresas. No solo protege contra las pérdidas económicas derivadas de un ataque, sino que también brinda una capa adicional de seguridad al proporcionar apoyo experto en la gestión de crisis y recuperación. Con la posibilidad de cubrir una amplia gama de incidentes, desde el robo de datos hasta los ataques de ransomware, estos seguros ayudan a minimizar el impacto de los ciberataques, lo que permite a las empresas continuar con sus operaciones sin perder la confianza de sus clientes.

Además, en un entorno regulatorio cada vez más estricto, un seguro de ciberseguridad también asegura el cumplimiento de normativas y protege contra las multas y demandas legales que puedan surgir debido a brechas de seguridad. En este sentido, contar con una póliza de ciberseguridad no solo es una decisión inteligente, sino también una inversión estratégica para el futuro, garantizando la resiliencia del negocio frente a los constantes y cambiantes riesgos digitales. La protección no se limita a las pérdidas inmediatas, sino que abarca la estabilidad a largo plazo de la empresa en un entorno cada vez más vulnerable a ataques cibernéticos.

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