Ningún proyecto de cambio importante avanza sin el apoyo los stakeholders, es decir, un grupo de interés que sirve de apoyo a las empresas. También conocidos como la “parte interesada” de un negocio, estos son capaces de orientar directamente e indirectamente las decisiones de las empresas. De hecho, estas figuras son un elemento decisivo dentro de las estrategias de comunicación de una marca.

Imagen de rawpixel.com en Freepik

En otras palabras: si a nivel de gestión interna se pueden adoptar estrategias diferentes, como las herramientas SEO, el marketing digital y Sistemas de Gestión de Calidad, también existen elementos a tener en cuenta que se pueden definir “externos” al nucleo empresarial. A continuación, intentemos comprender mejor quiénes son y qué hacen los grupos de interés.

Puntos clave

• Un stakeholder es un individuo, un grupo o una organización que está directamente involucrado en lo que sucede en la empresa y que tiene un papel activo, contribuyendo al éxito de una empresa. Sus decisiones pueden tener un impacto muy importante (negativo o positivo) en los proyectos de la empresa. No solo eso: en algunos casos también son partes interesadas clave, ya que su apoyo es necesario para que el proyecto en sí exista.

• Los stakeholders juegan un papel importante en la definición del futuro de la empresa. Son capaces de determinar el éxito de un proyecto, brindando apoyo, información y recursos valiosos, tanto dentro como fuera de la organización. Por lo tanto, comprender quiénes son y qué quieren es fundamental para crear estrategias ganadoras.

• Los grupos de interés, en un sentido amplio, se definen como una entidades que buscan representar los intereses de un determinado sector de la sociedad en el espacio público, incluidos los medios de comunicación, la opinión pública, etc.

¿Cuántos tipos de stakeholder existen?

Se dividen en dos categorías: internos y externos a la empresa.

• Los stakeholder internos, en general, tienen relación directa con la empresa. Hablamos, de hecho, de empleados, colaboradores, propietarios, inversores y todos los profesionales que, por lo general, tienen un lugar en el consejo de administración de la empresa.

• En cambio, hablamos de stakeholder externos para referirnos a personas, grupos u organizaciones interesadas en la empresa, pero que no estan directamente involucrados en sus actividades y decisiones. Esta tipología incluye: clientes, competidores, proveedores, comunidades, gobiernos, instituciones, asociaciones, etc.

Imagen de vectorjuice en Freepik

También existe una división entre otras dos categorías: primaria y secundaria.

• Los stakeholder primarios, también llamados stakeholder clave, tienen el mayor nivel de interés en los resultados de la empresa y a ellos está ligada su supervivencia: accionistas, empleados, proveedores, clientes.

• Se consideran stakeholder secundarios, por otro lado, aquellos grupos o sujetos capaces de influir en las políticas, procesos y productos de la empresa. Entre ellos: asociaciones, organismos gubernamentales, medios de comunicación, sindicatos, comunidades locales.

• Se pueden incluir también stakeholder terciarios y stakeholder excluidos que son, respectivamente, sujetos con intereses solo marginales en la empresa y sujetos que casi no tienen impacto en el negocio y que, a su vez, prácticamente, no se ven afectados por sus efectos. Tradicionalmente, se consideraban actores excluidos – por ejemplo – los niños y otros sujetos que no tenían poder adquisitivo independiente, ya que se pensaba que no participaban de ninguna manera en las decisiones y compras.

¿Por qué es importante empujar la participación de los stakeholders?

La participación de los grupos de interés en los procesos empresariales busca garantizar que se escuchen y consideren las perspectivas, los intereses y las preocupaciones de todas las partes involucradas en los procesos de negocio. El objetivo es fomentar la transparencia, la colaboración y la toma de decisiones informadas, de manera que se beneficie todo el mundo.

“Las empresas deben seguir siendo relevantes para sobrevivir en un entorno empresarial competitivo. Ser relevante requiere una interacción regular con los grupos de partes interesadas. Un modelo sólido de participación de las partes interesadas es esencial para que las empresas puedan comprender y responder a las preocupaciones legítimas de las partes interesadas”.

Deloitte

Existen diferentes niveles de involucramiento de los grupos de interés:

¿Cómo construir una estrategia eficaz?

Es crucial involucrar a las partes interesadas clave desde el inicio, con el fin de recopilar aportes esenciales y garantizar su respaldo fundamental para impulsar un proyecto o negocio. Pero, ¿cómo hacerlo concretamente?

Antes de todo, es importante tomar decisiones informadas, optimizando, a la vez, la comunicación. Todo esto es central para fomentar la armonía y el entendimiento entre las partes interesadas, alineándolas con objetivos y planes estratégicos, y asegurando el apoyo continuo durante todo el proceso.

Además, es fundamental anticipar las preguntas, dudas, inquietudes y necesidades de los grupos de interes para crear mensajes más efectivos y tomar decisiones que estén más alineadas con sus expectativas.

¿Cuáles son las ventajas de adoptar una estrategia de stakeholder?

La gestión de las partes interesadas abarca todos los procesos relacionados con su involucramiento y compromiso a lo largo de diversas fases. Su objetivo principal es implementar estrategias que garanticen un apoyo continuo a las empresas, comprendiendo las opiniones y comportamientos de cada parte interesada. Esto implica influenciar para alinear acciones con el crecimiento de la empresa y mitigar las consecuencias de comportamientos menos favorables

Una estrategia eficaz de participación de las partes interesadas tiene muchas ventajas; entre ellas:

• ahorro de costes: las empresas que involucran a sus stakeholders mejoran sus posibilidades de completar un proyecto a tiempo y dentro del presupuesto, gracias a la reducción de bloqueos y sorpresas que pueden ralentizar el desarrollo;

• construir una relación de confianza con las partes interesadas puede ser útil, si no vital, en caso de crisis;

• protege los recursos necesarios: la parte interesada garantiza y protege los recursos que, por su parte, empujan el proyecto o negocio hacia adelante;

• mejora el focus hacia la empresa: permite que la marca llame la atención “positiva”;

• ayuda a detectar riesgos potenciales antes de que se conviertan en amenazas (es una consecuencia de mejorar la gestión de riesgos).

Conclusiones

La gestión de los stakeholders, indudablemente, al igual que cualquier proceso empresarial, requiere seguimiento y momentos de verificación. Por lo tanto, es importante que cada entidad empresarial cuente con herramientas disponibles para medir la satisfacción de sus stakeholders.

A pesar de su complejidad, este proceso es crucial para que una empresa se convierta en un sistema abierto en continua relación y comunicación con su entorno. Para lograrlo, es necesario invertir constantemente recursos en identificar factores que influyan positivamente y fortalezcan la marca. Por ello, las relaciones con los principales stakeholders son fundamentales.

En última instancia, este aspecto puede marcar una gran diferencia y, por tanto, requiere ser abordado con las competencias adecuadas. Dichas competencias pueden encontrarse, por ejemplo, en una agencia web o una agencia de comunicación, capaces de brindar un apoyo concreto en este ámbito. Además, contar con este respaldo especializado puede ofrecer estabilidad al negocio y mejorar su productividad a largo plazo.